El intercooler es una carcasa de fundición que contiene el refrigerante del motor. Esta es atravesada por un haz de tubos llamado nido de abeja y por el que circula el agua de mar, que es arrastrada bajo el casco y luego descargada por el escape. El intercambiador de calor es, por tanto, el equivalente náutico al radiador de un coche. Con el uso, puede obstruirse con sarro o conchas. El desmontaje no es una operación habitual y sólo se lleva a cabo cuando la refrigeración se vuelve menos duradera. Sin embargo, es una forma excelente de restablecer su plena eficacia.
Retirar los accesorios del motor que obstruyen
La carcasa del intercambiador tiene 2 tapas, una en cada extremo. Son fáciles de quitar. La dificultad radica en los demás accesorios del motor, en particular el alternador, que limitan el acceso y deben ser retirados previamente. Una vez despejado y vaciado el circuito, la extracción de los tapones es un juego de niños: suelen estar fijados por un simple tornillo central que sólo hay que retirar.

Inspección del intercambiador de calor
Inspeccione la entrada, es decir, el lado por el que llega el agua de mar. A pesar de los filtros, es aquí donde se acumulan las impurezas. Más comúnmente, aquí es donde se encuentran las aspas del impulsor de la bomba que se han desprendido y han terminado aquí.

Retire los sellos
Una junta en cada extremo impide que el agua de mar y el refrigerante se mezclen. Retírelos con cuidado, aunque habrá que sustituirlos de todos modos, como después de cada desmontaje.

Extracción del haz de luz
El bulto de panal sale fácilmente empujándolo por un extremo. Si se resiste, se puede golpear, pero sólo interponiendo un objeto blando de diámetro adecuado.

La suciedad es perjudicial
Una vez extraído el haz de luz, es raro no notar un ensuciamiento, ya sea dentro o fuera de los tubos. A veces, como en la foto, esta obstrucción bloquea toda la circulación. Incluso sin estar en esta fase, todo lo que ralentiza el flujo de agua o limita la superficie de intercambio perjudica la refrigeración.

Raspar el intercambiador
Tras un primer enjuague para eliminar el cieno y el barro, puede raspar el exterior de la viga, teniendo en cuenta que el cobre es un metal maleable y, por tanto, fácil de herir si se actúa sin cuidado.

Conexión del intercambiador
La piedra caliza y las conchas que puedan haberse desarrollado en los tubos se retirarán con una herramienta fácil de fabricar: una simple varilla le permitirá enlazar cada tubo para asegurar que el paso esté libre y eliminar las concreciones que inevitablemente acaban formándose.

Un baño anticalcáreo
Para completar el trabajo, lo mejor es sumergir toda la pieza en un baño anticalcáreo fuerte, como un ácido. Por supuesto, esto debe hacerse con cuidado y con el equipo de protección adecuado. Un aclarado cuidadoso pasivizará la acción del ácido y eliminará las últimas concreciones.

Montaje del arnés y sus juntas
Una vez limpiado y enjuagado, hay que volver a instalar el panal y sus nuevas juntas. Al volver a colocar las tapas, tenga cuidado de orientarlas correctamente para que la manguera no forme una curva demasiado pronunciada. Quedará por llenar el intercambiador con refrigerante.

Purgar el aire del circuito
Con el motor en marcha y a temperatura, abra los tapones durante un momento para que salgan las burbujas de aire, y luego rellene el nivel del intercambiador o del depósito de expansión.
