Entrevista / Dimitri Deruelle para los Juegos Olímpicos: "Sacar el máximo partido de las regatas para los espectadores"

Durante el Test Event, que sirvió de ensayo general para los Juegos Olímpicos de 2024, nos reunimos con Dimitri Deruelle, coordinador del área de competición para las pruebas de vela de París 2024. Nos explica los retos organizativos y nos habla de las condiciones específicas del agua en Marsella.

Dimitri Deruelle, coordinador del área de competición de las pruebas de vela de París 2024, nos habla de su carrera y de los retos a los que se enfrenta en la organización del Test Event y de los Juegos Olímpicos.

Dimitri, háblanos de tu carrera en la vela de competición

Descubrí la vela por casualidad. Fue mi padre, viticultor, quien nos introdujo a mí y a mi hermano en el mundo de las regatas. Después de empezar en Optimist en el club Les Lecques, pasé a competir en 420, 470 y 49ers. Participé en dos Juegos Olímpicos, en Barcelona en 1992 en 470 y en Sydney en 2000 en 49er. Tengo 2 títulos de campeón del mundo y 2 victorias en el Tour de France à la Voile. Habré participado en unas 500 competiciones nacionales e internacionales.

Entonces decidiste compartir tu experiencia...

Por supuesto, he decidido ganarme la vida con mis conocimientos sobre eventos como entrenador y organizador. Aporto mi experiencia a la coordinación de eventos en el agua. Entre otras cosas, me han confiado puestos de director de escena náutica para salones náuticos y colaboro con la organización Sail GP para eventos en Francia. También he trabajado mucho con el Pôle France como entrenador.

¿Cuál es su papel en la organización de las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos de 2024?

Tuve la suerte de incorporarme a París 2024 a principios de año. Mi trabajo consiste en coordinar todo el enfoque marítimo de los Juegos Olímpicos. Esto implica no solo los eventos que tendrán lugar en 2024, sino también el Evento de Prueba, que se celebra en julio de 2023, así como la llegada del Belem al Puerto Viejo con la llama olímpica a bordo.

Somos un equipo de unas diez personas fijas, que debería llegar a unas cuarenta. Y tengo la suerte de trabajar con Sylvie Eyraud, que es mi mano derecha desde hace varios años.

¿En qué consiste en la práctica?

Tengo varias misiones. Mi primera misión es gestionar el campo de regatas, que es una actividad muy intensa. También tengo que aportar mi experiencia para que los espectadores aprovechen al máximo las vueltas de regata. Tenemos que acercar las regatas a tierra, creando una zona de espectadores en la playa, junto al puerto deportivo olímpico.

También soy responsable de coordinar las distintas instituciones que participan en la preparación del evento: Asuntos Marítimos, DDTM y el Cuerpo de Bomberos. Los acontecimientos están sujetos a una declaración de acontecimiento náutico. La Prefectura Marítima también coordinó y anticipó muchos puntos náuticos antes de mi llegada.

El tráfico marítimo debe ser fluido y seguro. Marsella es un gran puerto marítimo con mucho tráfico. Durante las regatas, tuvimos que desviar ligeramente la trayectoria de los transbordadores que hacían escala en Marsella. Lo mismo ocurre con el tráfico comercial, compuesto por portacontenedores y cargueros.

También tuvimos que lidiar con las lanzaderas marítimas de la RTM que prestan servicio en Pointe Rouge.

También hubo muchos intercambios con los pescadores locales. Había que llegar a acuerdos. El mar es su medio de vida. Todos tenemos que adaptarnos para encontrar soluciones.

Desde su punto de vista de corredor experimentado, ¿cómo será el circuito de Marsella?

El puerto sur es un tramo de agua muy específico, que ofrece condiciones variadas y muy cambiantes. En el caso del Mistral, el flujo es bastante fuerte y aporta una asimetría del oleaje que requiere mucha regulación de apoyo. Si se trata de un flujo de levante, los efectos de sitio son muy fuertes, el mar permanece plano pero el viento es inestable en fuerza y dirección.

Las previsiones, basadas en los análisis del mismo periodo de años anteriores, son bastante optimistas.

¿Cómo se garantiza la seguridad de una masa de agua para un acontecimiento de este tipo, que reúne a decenas de naciones?

La seguridad es uno de los principales retos de las pruebas en el agua. Se ha puesto en marcha un plan de seguridad para garantizar la integridad de los atletas ante amenazas de ataque desde el mar o desde tierra. Disponemos de medios estatales para garantizar la estanqueidad de la zona.

Tenemos un personal médico dedicado a la navegación. Y el puerto deportivo también tiene que estar asegurado en cada entrada y salida. Esto significa que hay que asegurar y aparcar 400 embarcaciones.

¿Qué recursos se ponen a disposición de las naciones extranjeras para que puedan formarse?

La ciudad ha habilitado centros para acoger a las delegaciones que deseen entrenarse en Marsella. Estos CPJ, siglas de Centre de Préparation pour les Jeux, están situados en la Pointe Rouge y en la Île du Frioul.

¿Cómo limitar el impacto de un acontecimiento de este tipo en el ecosistema medioambiental del puerto de Marsella?

Como organizadores, tenemos el deber de vigilar los aspectos ecológicos. El puerto tiene varios arrecifes artificiales, que son zonas de refugio para muchas especies.

Casi la mitad de las boyas del recorrido serán autónomas y se mantendrán inmóviles mediante motores eléctricos, sin anclaje. Y casi el 30% de la flota de barcos de apoyo y organizadores también estará equipada con motores eléctricos.

Trabajamos con el cercano Parque Nacional de Calanques. También identificamos las zonas de pesca para los pescadores profesionales.

¿Cómo podrá el público en general seguir los acontecimientos?

Se podrá acceder a la zona de espectadores por 25 euros por persona, uno de los precios de entrada más baratos de los Juegos Olímpicos. Se instalarán varias pantallas gigantes y se podrá acceder a algunos barcos de pasajeros previa reserva.

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