Ensayo / Génesis del De Antonio E23: encontrar el equilibrio entre autonomía, prestaciones y confort a bordo

Para este nuevo modelo, diseñado para excursiones de un día, el astillero De Antonio ha salido de su zona de confort diseñando una unidad rápida con un nuevo casco, respetando al mismo tiempo el ADN que ha hecho tan exitosa a la marca.

Un casco probado

Tras varios meses de pruebas y ensayos, se eligió el casco de catamarán. Para este modelo, la oficina de diseño trabajó con el arquitecto Jason Ker, especialista en multicascos y yates de competición.

Pero en lugar de optar por un casco completamente arquimédico, el astillero ha adoptado una solución técnica sencilla y fiable, integrando una lámina entre los dos cascos. El objetivo de esta barra de conexión, situada en el centro del túnel del casco, es reducir la resistencia y proporcionar una sustentación adicional a este casco de 7,20 m. Todas estas características optimizan el rendimiento del motor eléctrico y, por tanto, su autonomía.

Un barco 100% eléctrico

El astillero De Antonio ha elegido a la empresa alemana Torqeedo para propulsar el E23. En el espejo de popa hay un Deep Blue 50 R, que desarrolla 50 kW, el equivalente a 80 CV térmicos. Para alimentar este sistema de propulsión, el suelo alberga un banco de baterías de litio de 40 kWh.

Para mejorar la estabilidad y la maniobrabilidad, se han instalado grandes aletas Lenco en el espejo de popa, junto con aletas fijas de aluminio.

El objetivo del proyecto es alcanzar una velocidad cercana a los 30 nudos, más que suficiente para un barco que no está diseñado para el deporte.

Reducción de peso y minimalismo

En un barco eléctrico, incluso más que en un modelo de combustión, el peso es un enemigo. Las tecnologías desarrolladas por los distintos fabricantes no dejan de progresar, pero un sistema motor-batería sigue siendo muy pesado. Mientras que el peso del motor equivale aproximadamente al de un fueraborda de gasolina de 80 CV, el de la batería es imponente. El De Antonio E23 pesa unos 450 kg, tres veces más que un motor de combustión interna equivalente.

Para remediar este problema, se ha hecho hincapié en optimizar el peso a bordo, con una cura de adelgazamiento a todos los niveles. El minimalismo tiene sentido tanto desde el punto de vista estético como en términos de rendimiento. Los accesorios son sencillos, pero suficientes. Los accesorios de cubierta son mínimos, las puertas son de tela y parte del equipamiento es de carbono.

Gracias a este meticuloso trabajo, el De Antonio E23 declara un desplazamiento de 1.450 kg, el equivalente a un casco abierto convencional de dimensiones equivalentes.

Una asociación para la próxima Copa América

Gracias a estas innegables bazas, el De Antonio E23 ha sido elegido, junto con otros modelos del astillero, como barco de servicio para transportar a los invitados durante la próxima Copa América, que se celebrará en Barcelona. Un buen escaparate para el astillero, que tiene grandes ambiciones para este recién llegado tan bien pensado.

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