¿Qué precauciones hay que tomar cuando se navega con mal tiempo?

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Navegar en un velero con mal tiempo está preparado y no es para todos. De hecho, hay quienes navegan voluntariamente cuando el viento es fuerte y otros que se encuentran atrapados en una repentina oleada de viento. Pero en todos los casos hay que tomar precauciones.

Ovejas en el mar, grandes olas, viento fuerte... ¿En qué momento podemos decir que el viento es demasiado fuerte para navegar? Según escala de Beaufort Los marineros están acostumbrados a decir que a partir de la fuerza 6 -viento fresco- hace "mal tiempo". Esto corresponde a un viento de 22 a 27 nudos, aunque estas condiciones son especialmente divertidas para los navegantes experimentados.

Si no lo haces, y de repente te encuentras con fuertes rachas, aquí tienes cómo prepararte. Estos consejos deberán adaptarse a su embarcación y a su tipo de navegación y también son válidos en puerto si está a punto de zarpar.

Reducir el dosel

Cuando el viento es más fuerte, el principio básico es reducir la superficie de la vela. Ya sea tomando uno o más arrecifes, o cambiando directamente las velas por velas de mal tiempo. La clave del éxito es la anticipación. Le será más fácil hacer cambios antes de la ráfaga de viento, que puede hacer que el barco sea inestable y su movimiento sea difícil, incluso peligroso.

La anticipación sigue siendo la palabra clave, preparar siempre las maniobras y el equipo necesario para rizar las velas.

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Asegurar el equipo

En caso de mal tiempo, su barco se escorará más, se sacudirá. Guarde todo lo que se pueda mover a bordo, en la cabina y en el exterior en un almacén seguro (cerrado). De lo contrario, ate su equipo para evitar que se dañe por la caída.

Comprueba el estado de los aparejos -si aún no has salido- y sustituye todo lo que no resista los golpes antes de hacerte a la mar. Comprueba también las velas.

Mantener el barco seco

Compruebe que todos los ojos de buey y las escotillas de cubierta están cerrados para evitar que su barco haga agua. Recuerde cerrar el pasillo de acompañamiento para mantener el salón seco. Levante la cubierta de la caseta si tiene una.

Adaptación de la vestimenta

Con un tiempo fuerte, el aire se vuelve más frío, pero también más húmedo. Por lo tanto, es necesario prever un traje muy cálido, pero también repelente al agua, para no mojarse. Una vez más, la clave del éxito es la anticipación. Una vez que te ocupes de la gestión del barco, no podrás cambiarte de ropa.

No olvides equiparte -y equipar a tu tripulación- con un chaleco salvavidas y un arnés de seguridad. Permanecer en cubierta puede ser difícil, por lo que hay que abrigar y secar a los miembros de la tripulación menos experimentados, especialmente a los niños.

Alimentarse a sí mismo

Si tiene que navegar con mal tiempo y la meteorología le obliga a ello, estará muy contento de tener la barriga llena. Así que coma todo lo que pueda e invite a su tripulación a hacer lo mismo antes de que pase el vendaval.

Preparar a los miembros del equipo para un posible accidente

Nunca se es demasiado precavido, pero en el mar es mejor anticiparse, sobre todo cuando se navega con no aguerridos. Incluso los más marineros entre nosotros pueden perder sus medios en caso de pánico. Así que planifica con antelación si lo necesitas, repasa las técnicas de hombre al agua o de vuelco, si navegas en una embarcación auxiliar.

Compruebe la ubicación del equipo de seguridad, un cuchillo, la balsa salvavidas, el ancla, la bomba, los cabos de amarre, etc., todo lo que le permita actuar en caso de necesidad.

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