Ensayo / Juicio a los Sesenta y siete, un programa de cruceros en un palacio

Probamos el Sesenta y siete de Barcelona con un buen golpe. Esta prestigiosa unidad juega con los elementos y da un notable confort a sus pasajeros. Su gran autonomía invita a hacer un largo crucero en modo de cinco estrellas

Pocas sensaciones de conducción

Nuestro barco está equipado con el más potente motor Yanmar con 2 x 440 hp bien instalado en una bodega de motor muy clínica con buen acceso. Las cámaras integradas en la mosca son muy útiles para maniobrar, porque con 10 m de ancho es difícil ver ambos lados y atrás al mismo tiempo. En las afueras de Barcelona, donde un bien establecido rpm del noreste levanta un fuerte golpe, comenzamos nuestras pruebas. En estas condiciones ligeramente agitadas, la plataforma está demostrando su estabilidad en los mares de rayo y está reduciendo el cabeceo en la cara del pozo de ola. El paso es suave y es necesario subir a más de quince nudos delante de las olas para mojar la cubierta de proa. Dicho esto, las sensaciones de pilotaje son muy asépticas y en ausencia de alta velocidad, es aconsejable activar el piloto automático y mantener una vigilancia muy relajada desde el puente de mando o desde la cabina de mando interior. A la velocidad máxima, hemos alcanzado los 20 nudos, lo que nos permite volver al refugio con bastante rapidez si es necesario, pero es a una velocidad de arrastre de 10 a 12 nudos que las cualidades de los Sesenta y siete están en su mejor momento.

Atmósfera muy serena

En estas condiciones algo fuertes, estamos volviendo a una velocidad de crucero más moderada de 8 a 9 nudos. Bien instalado en el sofá y con la ventana cerrada, la percepción de los elementos exteriores es imposible. Puedes disfrutar de un concierto en vivo, como si estuvieras allí, tanto el sistema de sonido invade el espacio. Realmente tienes que mirar el paisaje para darte cuenta de que estás navegando.

Una super autonomía

A esta velocidad, un consumo de 15 litros por milla da un alcance de más de 3.000 millas, lo que le permite cruzar el Atlántico y vivir como si estuviera en un hermoso apartamento con vista al mar y una terraza. Los cruceros costeros en mar llano le harán consumir unos 120 litros a 15 nudos con siempre las mismas condiciones de confort en el interior durante casi 700 millas.

Registro de consumo

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