Además de su original perfil, el Silent 62 Trideck destaca por su sistema de propulsión. Desde el principio, la marca ha optado por un motor eléctrico alimentado por paneles solares. Una elección audaz al principio, pero que ahora ha alcanzado un cierto nivel de madurez.
16,8 kW de paneles solares
El 62 Trideck no es una excepción a la regla, ya que aprovecha el hard-top y el techo de la cubierta principal para instalar numerosos paneles solares con una potencia total de 16,8 kW, lo cual es bastante impresionante. La energía se almacena en 34 baterías con un total de 348 kWh, así que hay mucho que esperar.

Esta energía se utiliza para alimentar los dos motores eléctricos de 340 kW y alcanzar una velocidad de crucero de unos 7 nudos. Aunque el catamarán es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 10 nudos, éste no es realmente su programa. En cambio, el Silent está destinado a cruceros de larga distancia, con una autonomía de 1.600 millas náuticas a 6 nudos utilizando todas las fuentes de energía combinadas, lo que está muy bien.

Si se agota la energía suministrada por el sistema solar, siempre se puede confiar en el generador de 150 kW para que tome el relevo. El astillero también tiene previsto sustituir el generador grande por dos modelos más pequeños para mejorar la distribución del peso y añadir un poco más de versatilidad.
Navegación silenciosa
Una vez en el agua, los resultados son convincentes. Lo primero que impresiona es, por supuesto, el silencio de funcionamiento. Bajo el impulso de los motores eléctricos, el Silent 62 abandona suavemente el pantalán y emerge del puerto deportivo con el sonido del roce del casco. Aunque sobre el papel la velocidad de 7 nudos puede parecer modesta, una vez a bordo el Silent no da la impresión de ser un barco lento, incluso hay algo mágico en avanzar en silencio, más bien como un velero. Este silencio no se limita a la bañera, la cubierta principal o el flybridge, ya que una rápida visita a los camarotes confirma esta tranquilidad, y no se perciben vibraciones extrañas.

Como catamarán, la maniobrabilidad del Silent 62 es bastante notable. Sin embargo, en este primer modelo, no hay volante en absoluto, en favor de un tipo de joystick bastante novedoso. Se trata de una elección tecnológica que puede encontrarse en ambos puestos de conducción, y que resulta un poco desconcertante a primera vista, ya que realmente es necesario tener una mano suave. Sin embargo, según el astillero y el Capt'n Boat, este elemento debería sustituirse por un volante más tradicional para una conducción más cómoda. Como en el 60, el 62 Trideck ofrece la opción de una cometa de 9 a 12 m2 para aliviar la propulsión, aunque con un peso en vacío de más de 46 toneladas, su eficacia está por demostrar.