El Bayliner V20 está disponible con dos motores: un fueraborda y un intraborda. Comparar los dos, el mismo día y en el mismo tramo de agua, es realmente elocuente. A pesar de los cascos idénticos, no estamos navegando en el mismo barco en absoluto.

Para nuestra prueba, el V20i a bordo estaba propulsado por un Mercruiser Alpha V6 de 4,5 litros y 250 CV. Con este motor, alcanzamos una velocidad máxima de 42,7 nudos. Si bien la velocidad es respetable, la aceleración no lo es tanto. De hecho, en esta configuración, el barco (200 kg más pesado que su homólogo fueraborda) es lento al levantar el pie del acelerador y no muy vivo en aceleración. Este podría ser un argumento para algunos navegantes que buscan ante todo mantener a salvo a su tripulación y para quienes las aceleraciones fuertes no son de su gusto.

En cambio, el V20 propulsado por un Mercury de 150 CV (la potencia máxima es de 225 CV) tiene una velocidad máxima más lenta (36,25 nudos), pero ofrece una aceleración nítida y dinámica. El nuevo Mercury 150 R, con su elevado par motor, es sin duda la combinación adecuada para esta embarcación. El astillero nos dice que probó la embarcación con un Mercury de 175 CV para alcanzar la velocidad interior equivalente de 40,6 nudos.

En curvas cerradas, las dos embarcaciones se comportan de forma diametralmente opuesta. La versión fueraborda gira plana con un radio bastante amplio. El intraborda, en cambio, se recuesta sobre su borde, realizando un giro corto.