Medios de comunicación dinámicos

En los últimos años, los barcos de la Copa han experimentado una evolución extrema que les ha permitido alcanzar velocidades máximas sin precedentes. Tras la aparición de los catamaranes voladores AC 72 en 2013, seguidos de los AC 50 en 2017, el equipamiento de los regatistas ha tenido que adaptarse para satisfacer nuevas necesidades.
Acercarse a los 52 nudos en el agua expone a las tripulaciones a nuevos riesgos. Caer a través del agua a esta velocidad puede compararse a golpearse contra una superficie dura. Por eso son esenciales una preparación adecuada y el equipo adecuado.
Protegerse de los choques y comunicarse
Para equiparse para tales situaciones, los fabricantes de equipos han tenido que revisar sus especificaciones e inspirarse en tecnologías desarrolladas en otros campos. Dado que los impactos son bastante frecuentes en el habitáculo de un AC 72, la región lumbar y las costillas se protegen ahora con chalecos antiimpactos inspirados en los modelos utilizados en el descenso en bicicleta de montaña.

Este chaleco de impacto tiene, naturalmente, una capacidad de flotabilidad de reserva en caso de caída por la borda. También cuenta con una serie de elementos de seguridad activa: un cuchillo o corta-correas, y una bombona de oxígeno con regulador, por si la tripulación se encuentra atrapada en un casco volcado.

Lo único que sobresale de la cubierta es la cabeza, protegida por un casco, a menudo provisto de una visera retráctil con tratamiento hidrófobo para evitar que el agua se adhiera a la superficie.

Otro punto crucial es la comunicación de la tripulación, ya que un AC 72 hace mucho ruido. Un sistema de intercomunicación, compuesto por micrófonos y auriculares, es esencial para que la tripulación se comunique correctamente.

Protegerse del calor

En verano hace mucho calor en Barcelona. Por eso la mayoría de los ciclistas llevan pantalones cortos y camisetas transpirables debajo del equipo de seguridad. Los "ciclistas", que pedalean durante toda una vuelta, realizan un esfuerzo muy intenso y necesitan mantenerse frescos. También van equipados con monitores cardíacos para que el personal técnico pueda comprobar que todo va bien durante una vuelta. Los chalecos de impacto también están equipados con un bidón de agua tipo bolsa de camello.

Con la Copa programada para octubre, las temperaturas del agua y del aire descenderán. Entonces, las tripulaciones se equiparán con protecciones de neopreno o pantalones largos para las últimas semanas del evento.

Los accidentes son raros, pero pueden ser trágicos. En 2013, el británico Andrew Simpson, doble medallista olímpico de vela, murió cuando el catamarán Artemis del equipo sueco volcó en la bahía de San Francisco