Cuando su timón falló la mañana del 16 de marzo de 1978 frente a la isla de Ushant, el superpetrolero de 330 m de eslora no pudo resistir la tormenta, un viento del oeste de fuerza 8 a 10. Tampoco pudo resistir la estupidez financiera. Tampoco pudo resistir la estupidez financiera. La petrolera y su compañía de seguros tardaron 7 horas en ponerse de acuerdo para cubrir los gastos de remolque. a las 21.43 horas, el Amoco Cadiz encalló en las rocas frente a Portsall, y comenzó de nuevo la marea negra... la 4ª en 11 años.


Se derramaron más de 220.000 toneladas de crudo a lo largo de más de 300 km de costa bretona.
Las autoridades públicas han esperado más de 10 días para recibir el material necesario para empezar a bombear el fuel que aún permanece atrapado en las bodegas. La Marina francesa pone a disposición 4.500 hombres y 50 embarcaciones. Los bomberos, los agricultores y las asociaciones ecologistas proporcionarán apoyo. Dos meses después, más de 7.000 hombres seguían trabajando por turnos en 90 emplazamientos. Se había recuperado menos del 10% del petróleo. Las imágenes dejaron una impresión duradera: sin equipos, los voluntarios limpiaron nuestras costas a mano con palas.

Consecuencias
10.000 aves muertas, 6.400 toneladas de ostras y 35 especies de peces se vieron afectadas. En total, se rescataron más de 4.500 aves, principalmente alcas, frailecillos y araos comunes. La naturaleza tardó al menos siete años en recuperarse por completo.

La catástrofe puso de relieve la importancia de contar con un sistema de respuesta eficaz que pudiera movilizarse rápidamente para combatir la contaminación marina. Por ello, el Gobierno puso en marcha un nuevo plan de lucha contra la contaminación marina accidental, el plan Polmar.

Tras 14 años de procedimientos judiciales, Amoco sólo pagó 192 millones de francos en concepto de daños y perjuicios a las autoridades locales y al Estado por una pérdida total estimada en 600 millones de francos. No obstante, es la primera vez que una empresa se ve obligada por los tribunales a indemnizar a las víctimas de la contaminación.
Siempre estúpido. El Amoco Haven, buque gemelo del Amoco Cadiz, también se hundió en la bahía de Génova en 1991, derramando 144.000 toneladas de crudo.

