Iniciarse en las regatas oceánicas
A principios de la década de 1980 se produjo un auge de la vela de competición, con la aparición de nuevas clases de yates de carreras, como los Fórmula 40, los maxi y los multicascos oceánicos.
Jeanneau aprovechó la oportunidad y creó el departamento JTA, de Jeanneau Techniques Avancées, para posicionarse en este mercado en auge y satisfacer las necesidades de los regatistas de alto nivel. Esta iniciativa ha permitido al astillero desarrollar veleros de regatas de alto rendimiento, diseñados con procesos de construcción innovadores y ganando reconocimiento en este mercado emergente.
Pero las regatas oceánicas sufrieron un bajón en 1984 y la JTA tuvo que buscar nuevos proyectos para mantener en funcionamiento sus instalaciones de producción. Un pedido de un gran catamarán de crucero, diseñado por VPLP, permitió a JTA compensar el descenso de la actividad en las regatas oceánicas.
Bautizado Lagoon por su propietario, este catamarán mide 55 pies. Se construyó en sándwich con refuerzos de Kevlar. Con sus líneas elegantes y un rendimiento decente para su época, el primer Lagoon llamó la atención, y pronto le siguieron otros pedidos.
El catamarán de crucero estaba aún en pañales y la demanda era inexistente. Sin embargo, al percibir un mercado prometedor, se creó una unidad de producción en la JTA.
Las deficiencias del Lagoon 55, a saber, su limitada habitabilidad, se corregirán en los modelos posteriores. El Lagoon 57 y el Lagoon 47 tendrán las mismas cualidades que su predecesor, pero con una distribución más acogedora.
Tras la liquidación del astillero Jeanneau en los años 90, la producción del Lagoon pasó a manos de Bénéteau. El fabricante de Vendée anticipó el gran potencial del catamarán de crucero y dio a la marca los medios para establecerse en el mercado mundial.
A principios de la década de 2000, Lagoon lanzó sus primeros catamaranes a motor, los Lagoon Power 43 y Lagoon Power 44. Estos arrastreros, equipados con cascos de semiplaneo, encontraron rápidamente su clientela.
Un lugar de trabajo innovador
Lagoon fue pionero en el uso de pasarelas en catamaranes de crucero. El Lagoon 440 fue el primer catamarán de menos de 45 pies equipado con esta característica, que ahora se ha convertido en habitual en muchos modelos.
El uso de sistemas de propulsión híbridos diésel-eléctricos es también una importante innovación de Lagoon. Este sistema combina un motor diésel con un motor eléctrico para mejorar la eficiencia energética del motor de combustión que funciona a velocidad constante y reducir el consumo de combustible. Esta tecnología se introdujo en el híbrido Lagoon 420 en 2007, cuando el astillero se enfrentaba a una serie de dificultades técnicas. La difusión actual de estas tecnologías muestra retrospectivamente su carácter pionero.
Por último, el desplazamiento del mástil hacia popa en el Lagoon 52 nos ha permitido modificar el plano vélico y adaptar un foque autovirante. Esta innovación ha marcado una tendencia, haciendo la navegación más fácil y agradable.
La laguna 380, un éxito de ventas
Producidos entre 1999 y 2008, se construyeron más de 800 Lagoon 380. Con su casco de aletas, el Lagoon más joven fue un gran éxito tanto entre los fletadores como entre los navegantes. Su distribución en un solo nivel entre la bañera y el salón, separados por una simple puerta corredera, ha causado una verdadera impresión en la competencia.
Su fiabilidad y facilidad de manejo lo convertirán en uno de los catamaranes más solicitados del mercado, tanto para programas de chárter como para cruceros de larga distancia.
Fabricado en Francia
Desde 1984, Lagoon ha fabricado más de 6.000 catamaranes. Hoy, el astillero ofrece 7 modelos de catamaranes de vela, de 40 a 70 pies, y dos modelos de yates a motor de 70 y 80 pies. Cada año se fabrican unas 400 unidades, ambas en Francia. Uno está situado en Belleville sur Vie y se centra en los modelos más pequeños de la gama.
La otra, dedicada a los modelos más grandes de la marca, se encuentra a orillas del Garona, en las instalaciones del CNB en Burdeos. Las instalaciones de Burdeos ocupan una superficie de casi 100.000 m2 y disponen de un muelle de 300 metros para preparar los catamaranes tras su botadura. Más de 1.200 empleados trabajan duro para garantizar la producción y generar unas ventas de unos 300 millones de euros.