Hoy, el ejemplo de Arnaud RICARD, director de la puerto de Concarneau .
Idealmente situado en la dársena de navegación entre la isla de Groix y la isla de Sein y apoyado en las murallas de la Ville Close, el puerto deportivo de Concarneau es una escala de elección. Fácilmente accesible de día y de noche, este puerto deportivo de la ciudad ofrece una completa gama de servicios: numerosos y variados comercios, restaurantes de calidad, mercados, visitas a la "Ville Close" y a su Maison du Patrimoine, museo de la pesca, Estación de Biología Marina y Marinarium..
¿Qué formación, qué diploma para ocupar este puesto?
En sentido estricto, no existe una formación específica en gestión de puertos deportivos. La contratación se basa generalmente en un título de educación superior con capacidad para :
- Gestionar y dirigir un equipo con autoridad y cariño
- Movilizar y dirigir al personal en el cambio en un entorno cambiante
- Comunicar integrando una gran capacidad de escucha, diálogo y respuesta tanto interna como externa en un enfoque de colaboración
- Innovación
A todo esto es bueno añadir un buen conocimiento del mundo náutico, así como una formación técnica sobre las infraestructuras. Una especie de oveja de 5 patas... preferiblemente con aletas.
Arnaud se formó primero como ingeniero portuario para trabajar en una oficina de diseño en la construcción y desarrollo de puertos. Apasionado por el mar, la navegación y la náutica, y a fuerza de conocer y asesorar a los gestores de los puertos, el deseo de hacer lo mismo se fue imponiendo poco a poco.

¿Qué habilidades se requieren? "Acogida, escucha, anticipación, sensación de contacto"
El director del puerto es un hombre que, según Arnaud, debe tener cualidades de gestión, buenas habilidades interpersonales y diplomacia. La función requiere muchos intercambios tanto con los navegantes residentes y visitantes como con el tejido económico y cultural local. También se requieren conocimientos técnicos para apreciar la calidad de la infraestructura en este momento, pero también en un futuro más lejano.
También debe adaptarse a la evolución de los usos: identificar las necesidades del cliente y anticiparse a las exigencias del mañana.

¿Qué diario? La consigna: "¡esperar todo y gestionar lo inesperado! »
En el mismo día pasaremos de un problema financiero a resolver, a un problema técnico en el puerto sin excluir el tiempo de RRHH ni encontrarnos con un navegante con problemas!
La estación tiene un ritmo diferente de días y requiere que se dedique más tiempo a un tema que a otro. Se requiere cierta agilidad.
En pleno verano, el puerto es casi una 2ª Oficina de Turismo y tenemos que considerar nuestro equipamiento como una puerta más del territorio. Esto implica una cálida acogida y disponibilidad para los navegantes de guardia, pero también para los curiosos. En verano, el puerto es como "un camping en el mar".

¿Qué responsabilidades?
El primero es garantizar la seguridad de los navegantes y sus embarcaciones. Por lo tanto, debe haber una vigilancia técnica permanente combinada con una vigilancia reglamentaria.
La segunda es, sin duda, garantizar una acogida de calidad a todos los navegantes. Por lo tanto, es necesario gestionar y formar al equipo en consecuencia.
A esto le sigue, por supuesto, la responsabilidad presupuestaria del puerto y la aplicación de las decisiones del comité de gestión.
Todo ello contribuye al objetivo permanente de un gestor portuario, a saber, convertir el puerto en un motor de desarrollo económico local.

¿Cuáles son las posibles evoluciones de esta profesión?
Partiendo del principio de que el puerto debe seguir siendo un actor central en la vida del territorio, habrá que adaptarse. La profesión evolucionará en función de las prácticas náuticas y de las necesidades de los navegantes.
A tenor de diversos estudios y conversaciones con colegas, la transición de "gestor de botes" a gestor de equipos y servicios se está acelerando. Los navegantes delegan cada vez más la gestión de sus embarcaciones. Por lo tanto, será necesario desarrollar los contratos actuales en contratos para la ubicación y los servicios asociados, como la atención, los servicios de conserjería, etc.
El puerto podría convertirse en un agregador de servicios en beneficio de los navegantes, en estrecha colaboración con el tejido socioeconómico local. Estos servicios tendrán que ser diferentes si uno es un navegante residencial o simplemente está de paso e incluyen paradas gastronómicas, culturales..
Un verdadero reto emocionante de desarrollar!